28/11/2020
VIVIR EL ADVIENTO EN ESTE AÑO TAN DIFÍCIL

 

1.- Meditar sobre la fe y humildad de María

 

 El Vaticano recordó que durante el Adviento se “celebra con frecuencia y de modo ejemplar a la Virgen María”, especialmente en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, que se celebra el 8 de diciembre.

 

 Por ello invita a reflexionar sobre “la actitud de fe y de humildad con que María de Nazaret se adhirió, total e inmediatamente, al proyecto salvífico de Dios”. La Santa Sede recomendó rezar la Novena a la Inmaculada Concepción.

 

 2.- Evitar caer en el consumismo           

 

 La Santa Sede advirtió que en la actualidad los valores del Adviento se ven “amenazados por la costumbre de convertir la preparación a la Navidad en una ‘operación comercial’, llena de propuestas vacías, procedentes de una sociedad consumista”.

 

 Por ello, recomendaron orar y meditar para no olvidar el sentido del Adviento y celebrar el nacimiento de Jesús “en un clima de sobriedad y de sencillez alegre, y con una actitud de solidaridad para con los pobres y marginados”.

 

 3.- Que toda la familia arme el pesebre de Belén

 

 También propuso que toda la familia participe en el armado del pesebre porque es una oportunidad para que “entren en contacto con el misterio de la Navidad”.

 

 Invitaron a que “se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús”.

 

 4.- Rezar la novena de Navidad

 

 El Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia indica que la novena de Navidad es un ejercicio de piedad valioso que ayuda a preparar el corazón en los días previos a la celebración del nacimiento del Niño Jesús.

 

 Destacaron que es una práctica antigua que “nació para comunicar a los fieles las riquezas de una Liturgia a la cual no tenían fácil acceso”.

 

 

 

La novena de Navidad inicia el 16 de diciembre y termina el 24 de diciembre.

 

 

 

5.- Lecturas bíblicas que invitan a la conversión

 

 

 

Recordaron que “Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías” y que “está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador”.