24/12/2019
HOMILÍA MISA DEL GALLO 2019

Hoy en la ciudad de David os ha nacido un Salvador, el Mesías el Señor. San Lucas nos acaba de narrar el pasaje del nacimiento del Señor, el cual hemos proclamado solemnemente.  La liturgia, de nuestra  madre la iglesia, quiere actualizar este gran acontecimiento que sucedió hace 2019 años aproximadamente. Es el Hoy de la Nochebuena, el hoy de la Navidad.

Todos  de alguna manera, nos sentimos emocionados, alegres, porque nada hay tan grande como esta festividad. Los cristianos celebramos que Cristo ha nacido y ha venido para salvarnos, para darnos vida, para infundir en nosotros el perdón y el amor. Ha venido para que podamos dialogar con él,  para fortalecer nuestra fe y llenar nuestra esperanza de optimismo.

Cuando marchaba esta tarde hacia la parroquia, estaban los bares y las cafeterías  del barrio llenas gentes, alegres y cantando villancicos. Era palpable en la calle la Nochebuena. Y me hacia la siguiente reflexión:  ¿serán creyentes?, ¿Se darán cuenta porqué cantan y están alegres? . En lo más profundo de cada ser humano de buena voluntad, Dios ha sembrado la semilla de su gracia y su fe.  Quizás no lo expresen con la misma fuerza y las mismas ganas que nosotros esta noche en la parroquia, pero Dios ha nacido por todos y para todos.

El Angel se acercó a los pastores y les dijo: Paz a los hombres de buena voluntad. Es Nochebuena para todos. Para nosotros que estamos compartiendo nuestra fe en nuestra comunidad cristiana con una alegría desbordante; para quienes simplemente se reúnen en familia y celebran esta noche la Navidad. Ojeaba la programación navideña de las diversas cadenas de televisión nacionales, y sólo una situaba algunos programas religiosos en la que es, sin duda, la noche más santa del año.

Es verdad que entre tanto consumo, gasto, superficialidad, la Navidad se ha diluido y ha perdido su fuerza y vigor. Pero yo me pregunto: ¿Quién hacer frente a un Niño indefenso que es Dios, y que en una noche como esta nació por nosotros?. Nadie, aunque en muchos lugares se persiga a los cristianos o incluso se acabe con sus vidas. Nadie puede callar el inmenso gozo de esta noche, nadie.

Dios se acerca al hombre para que el hombre pueda descubrir a Dios. Dios esperó el momento oportuno de la historia para encarnarse en María Virgen. Llegó  el momento cuando él quiso. En esta Nochebuena, tengamos un poquito la paciencia de Dios, y dejemos que él actúe entre  nosotros. Tal vez, en esta noche, nos pida llevar acabo la misión de aquellos ángeles que cantaron en la noche santa y fueron a comunicar a los pastores el gozo del nacimiento de Cristo: Tal vez nos corresponda ser como los pastores que fueron a Belén corriendo para comprobar el gran signo. La Navidad también nos invita a salir de nosotros mismo y comunicar el gran gozo del perdón y del amor entre todo.

Termino, y quiero hacerlo para aquellos que están solos, enfermos en un hospital, alejados de su patria, desanimados o deprimidos, tristes… Mirad la escena de un pesebre, mirad al María, a José y al Niño. Tal vez se os escape alguna pequeña lágrima… Dios, que ha nacido, también acompaña hoy vuestro dolor y sufrimiento y os quiere llenar de esperanza. Es Navidad para todos.